EL OSTRACISMO DE PÁEZ
http://ensartaos.com.ve/index.php?q=node/15143
1858 - General José Antonio Páez, Litografia de Francois D´Avignon (0,52 x 0,405)
Tomado de:
Lun, 21/05/2012 - 6:53pm.
Hechos y Personajes
Miguel Azpúrua
El general en Jefe José Antonio Páez, uno de los grandes
forjadores de la independencia de Venezuela, no escapó al desgraciado sino de
los libertadores del mundo y también fue víctima del destierro, el escarnio
público y la humillación. Luego de la desintegración sufrida por Colombia –La
Grande-, en 1830, que se tradujo en la desaparición física de los sublimes
emancipadores de América, el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre y
el inigualable Gran Capitán General Simón Bolívar, El Libertador; el general
Páez mal aconsejado por su primo el doctor Miguel Peña Páez y otros áulicos,
ejerció el Poder Ejecutivo, entre 1830 y 1843, cayendo alternativamente en la
maquinaciones perversas de politicastros liberales y conservadores, destruyendo
prácticamente su aureola de Centauro imbatible de nuestras llanuras.
Una vez producido el “Golpe contra el Congreso”, en 1848, por
parte de seguidores del general Judas Tadeo Monagas; el general Páez –quien se
encontraba abrumado por la muerte de su compañera sentimental doña Barbarita
Nieves, en diciembre de 1847- se distancia de su protegido y fomenta desde
Calabozo una insurrección con el fin de “Restablecer la Constitución de la
República”; en contra de él actúa su compadre y ex subalterno, el general
Cornelio Muñoz, derrotándolo en el sitio de Los Araguatos, el 10 de marzo de
ese mismo año. Páez se retira a Nueva Granada, siguiendo hacia Curazao, desde
donde invade el 2 de julio de 1849 por La Vela de Coro, pero las cosas no le
resultaron muy bien que se diga, la aventura termina en Macapo Abajo, donde cae
prisionero del general tinaquero José Laurencio Silva, quien lo remite amarrado
hacia Caracas, custodiado por el entonces comandante Ezequiel Zamora, éste lo
protege de las turbamultas que consiguen en el camino a la capital, que le enrostraban
los epítetos de “Rey de los Araguatos”, “Godo de cotiza” y “Garrasí”. El
Presidente Monagas ordena su encierro en Cumaná, en el castillo “San Antonio de
la Eminencia”; allí permanecerá hasta el 23 de mayo de 1850, cuando su esposa
doña Dominga Ortíz y su hija logran que Monagas le cambie la prisión por
exilio hacia Saint Thomas, viajando paradójicamente en el barco “El
Libertador”, vía Estados Unidos y Europa, donde fue agasajado y reconocido,
como un héroe de América del Sur.
Una vez producida la burda “Revolución de Marzo” en 1858,
dirigida en apariencia por el mentecato general Julián Castro, éste le escribe
urgiéndole el regreso en calidad de “Jefe de los Ejércitos de la República”,
retornando desde Nueva York en diciembre de 1858, casi 10 años han pasado y ya
Páez no es el mismo y está desprestigiado; la nación estaba convulsionada por
la inestabilidad política y se avecinaba el torrente federal, en la “Guerra de
los 5 años”, dirigido por el “General del Pueblo Soberano” Ezequiel Zamora,
hasta que muere –producto de un balazo misterioso en un ojo- en San Carlos, hoy
capital del estado Cojedes, el 10 de enero de 1860.
Páez ante las nuevas circunstancias decide abandonar el
campo, y en mayo de 1859 se autoexilia, y otra vez viaja hacia Estados
Unidos, con un cargo diplomático más nominal que efectivo. Una vez más intenta
el general Páez convertirse en el “salvador de la Patria” en 1861, asume la
dictadura, pero lo arropan otra vez las ambiciones políticas de los nuevos
“hombres fuertes” de Venezuela, Pedro José Rojas y el propio Manuel Felipe de
Tovar; se reúne con el presunto “jefe” de la Federación, Juan Crisóstomo
Falcón, buscando un arreglo imposible de darse. Durante 1862 y parte de 1863,
se sostiene tambaleante en el poder alterno de la nación devastada por el
huracán de la guerra, entre federalistas y conservadores. Para terminar con el
infame “Tratado de Coche” en abril de 1863, firmado por Pedro José Rojas
–consejero de Páez- y el inmoral Antonio Guzmán Blanco, secretario de Falcón,
dividiéndose el poder entre los partidarios de ambos movimientos; constituyendo
una acomodaticia Asamblea Nacional, ante la cual renunció el general Páez,
abandonando por última vez el país el 13 de agosto de 1863, una vez más se
dirige a Nueva York, donde supuestamente escribió –o le escribieron- su
“Autobiografía”, donde se distorsionó a su antojo y conveniencia la historia
independentista de Venezuela.
José Antonio Páez recibió numerosos reconocimientos de los
países que visitó, Brasil, Argentina, Colombia, Perú, Uruguay; y hasta sus
adversarios los federalistas le expidieron un pergamino haciendo constar su
condición de “Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana”, en 1867. El
general José Antonio Páez falleció en Nueva York, el 6 de mayo de 1873, contaba
con 83 años de edad; longevidad poco común entre sus contemporáneos
compañeros de armas, sus restos repatriados e inhumados en el Panteón Nacional,
el 19 de abril de 1888, durante el denominado “bienio”, en un pomposo acto
protagonizado por el Presidente encargado, Hermógenes López, en contra de los
deseos del mayor bribón de la Federación, el “doctor y general” Antonio
Guzmán Blanco.
|
Miguel Azpúrua
Labels: Fundador de la nacionalidad venezolana, General José A. Páez, Valores Nacionales
0 Comments:
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home