Un presidente Zuliano: José Eusebio Gallegos Nebot

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Escrito por Ernesto García Mac Gregor

José Eusebio Gallegos Nebot nació en Maracaibo hacia 1795, su papá era oriundo de las islas Canarias y su mama maracaibera. Inició sus estudios en esta ciudad y luego los continuó en Mérida, Caracas y Canarias. Fue un hombre muy culto y es considerado como uno de los precursores del periodismo regional.

Junto a Rafael María Baralt fue redactor del periódico “El Patriota del Zulia” y posteriormente de “La Mariposa”. También se destacó como catedrático de matemáticas en el Colegio Nacional. Fue secretario de Estado, de Hacienda y de Relaciones Exteriores, así como administrador de la Aduana de Maracaibo.

Diputado por Maracaibo ante las Cortes Españolas

En 1820, el rey de España permitió que las colonias entraran a formar parte de la Monarquía con derecho a enviar representantes a las Cortes igual que todas las provincias de España. José Eusebio Gallegos fue el representante por Maracaibo.

Manifiesto de Maracaibo

En 1829 la Gran Colombia se estaba deshaciendo. La situación era muy confusa, se hablaba de un rey para Venezuela y de otras cosas raras. El Libertador pidió al pueblo que se expresara sobre el caso. Un grupo de maracaiberos, entre ellos José E Gallegos, firmaron el famoso Manifiesto de Maracaibo, que abogaba por continuar con la República y que el Libertador fuera Presidente de por vida.

Representante del primer Congreso venezolano

Pero en 1830 Maracaibo apoyó la separación de Venezuela de la Gran Colombia y en mayo se instaló en Valencia el Congreso Constituyente de Venezuela en donde José Eusebio fue senador y formó parte de los redactores de la Constitución de ese año.

Primer presidente zuliano

En las elecciones de 1831 fue electo Presidente de la República el general José Antonio Páez. Pero sucedió que un compadre de Páez se había alzado en armas y éste decidió dejar la Presidencia para ir a buscarlo y atraérselo por las buenas. Todos los congresistas estuvieron de acuerdo menos el maracaibero José Eusebio Gallegos quien no consideró que un tan alto mandatario se debía reunir con un vulgar guerrillero. Lo cierto es que el vicepresidente quien debía sustituir a Páez estaba enfermo y le tocó, por buena suerte a nuestro héroe, quien para entonces era el vicepresidente del Consejo de Gobierno, ocupar el cargo de Presidente de la República.