Monday, June 27, 2016

José Antonio Paéz




1865 - General José Antonio Páez P.Hass Litografia 0,53 x 0, 43
Tomado de: 

27 Junio, 2016
Los temas abundan por estos días. Todos demasiado comentados. Uno de ellos se refiere a la Organización de Estados Americanos. La valentía, el coraje del secretario general Luis Almagro en contraste con la penosa actuación de la canciller venezolana Delcy Rodríguez, sellaron la humillante derrota del actual gobierno, a pesar del esfuerzo hecho por distintas vías para impedir lo inevitable: hoy el mundo entero conoce detalladamente las miserias del régimen imperante y no vacila en expresar tanto el respaldo al referendo revocatorio como la petición por la liberación de los presos y el fin de la persecución política. La situación se ha hecho tan delicada como complicada para un Maduro que todavía pretende no escuchar las voces de algunos de los más insignes voceros de lo que fue el chavismo ortodoxo exigiendo su renuncia. Se acerca el final. Aún no está claro cómo será, pero luce inevitable a corto plazo.

Podríamos continuar haciendo referencias a lo acontecido en la semana, pero quiero llamar la atención sobre la celebración, el pasado 24 de junio, de un nuevo aniversario de la Batalla de Carabobo. Como en muy pocas y criticadas ocasiones, no se celebró en el Campo distinguido con su nombre, sino en una especie de encerrona en el patio de las academias militares en Fuerte Tiuna. La tristeza melancólica de este acto anuncia cambios profundos también en un estamento militar harto y fatigado por la incompetencia y corruptelas del alto gobierno cívico-militar.

Ahora bien, dejo expresa constancia de mi más enérgica protesta por el calculado olvido que en una fecha como ésta se hace de José Antonio Páez. Héroe indiscutido de la batalla.

Ascendido a General de División en el propio campo de batalla por El Libertador, Simón Bolívar, quien personalmente dirigió las operaciones. El día de Páez debería ser el 24 de junio. La extraña obsesión antipaecista de Chávez y sus alabarderos ha llegado al extremo de distorsionar la historia y hasta de borrar su nombre de los textos que se imponen a los jóvenes en sus centros de estudio. No desconozco el valor de la unión entre Páez y Bolívar para hacer posible la liberación como tampoco la gravedad de las dificultades generadas por su distanciamiento activo en los últimos años de la vida de El Libertador. Pero para mí es indiscutible que el verdadero fundador de la República de Venezuela fue José Antonio Páez, presidente para 1830. Ojalá y en este país hubiera la suficiente serenidad como para discutir éste y otros temas históricos con la altura y seriedad que se necesita.

@osalpaz

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Simón Bolívar honra a Páez: Carabobo 24 de junio de 1821



1841- General José Antonio Páez pintado por su sobrino  por  Carmelo Fernandez  ( 0, 205 x 0, 125. ) 

    PARTE DE GUERRA DE LA BATALLA DE CARABOBO AL CONGRESO
            DE COLOMBIA EL 25 DE JUNIO


"....Ayer  se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político de la República de Colombia… nuestra marcha por los montes y desfiladeros que nos separaban del campo enemigo fue rápida y ordenada. A las 11 de la mañana desfilamos por nuestra izquierda al frente del ejército enemigo bajo sus fuegos; atravesamos un riachuelo, que solo daba frente para un solo hombre que a  presencia de un ejército que bien colocado a una altura inaccesible y plana nos dominaba y nos cruzaba con todos sus fuegos.

El bizarro General Páez a la cabeza de los 2 batallones de la primera división y del regimiento de caballería del valiente Cnel. Muñoz, marchó con tal intrepidez sobre la derecha del enemigo que en media hora todo él fue envuelto y cortado. Nada hará jamás bastante honor al valor de estas tropas,
La conducta y bravura de Páez en la última y en la más gloriosa victoria de Colombia, lo ha hecho acreedor al último rango en la milicia y yo en nombre del Congreso, le he ofrecido en el mismo campo de batalla el empleo de General en Jefe.

Acepte el Congreso Soberano en nombre de los bravos que tengo la honra de mandar, el homenaje de un ejército rendido, el más grande y más hermoso que ha hecho armas en Colombia en un campo de batalla. Valencia 25 de junio de 1821. Simón Bolívar..." 


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Monday, June 13, 2016

JOSÉ ATONIO PÁEZ / 226 años de su nacimiento (1790 - 2016)


Tamada de la Edición de la Autobiografía del General José Antonio Páez de 1867
José Antonio Páez en su traje de Llanero 
Litografía 0,22 x 0,135



Oscar José Márquez
Hoy se cumplen 226 años del nacimiento de un peón, de  un  campesino, un autodidacta  ejemplo de superación que llegó  a primer magistrado de la República. José Antonio Páez nació  un 13 de junio de 1790 en una  pequeña   choza llanera en el sitio denominado  Curpa, en lo que era en esa época el Cantón de Araure,  como él mismo nos lo señala  en su autobiografía.

“…. El 13 de junio de  1790 nací en una modesta casita, a orillas del riachuelo  Curpa, cerca del pueblo de Acarigua, Cantón de Araure, Provincia de Barinas, Venezuela. En la iglesia Parroquial de aquel pueblo recibí las aguas del bautismo. Juan Victorio Páez y María Violante Herrera fueron mis padres, habiéndome tocado ser el penúltimo de sus hijos y el solo que sobrevive de los ocho hermanos que éramos. Nuestra fortuna era escasísima. Mi padre servía de empleado al gobierno colonial, en el ramo del estanco del tabaco, y establecido entonces en la ciudad de Guanare de la misma Provincia, residía allí para el desempeño de sus deberes, lejos con frecuencia de mi excelente madre, que por diversos motivos jamás tuvo con sus hijos residencia fija…” 

En estas cortas pero certeras palabras  está reflejada la vida compleja de un hombre del pueblo venezolano de un pata en el suelo, de un descamisado  que logró superar los diferentes avatares que se le fueron presentando a lo largo de su vida.

Hoy aún después de tantos años de su fallecimiento,  le rendimos tributo al General José Antonio Páez,  fundador de la nacionalidad venezolana, quien alcanzó sus grados militares al fulgor y sacrificio de la batallas a partir de los  combates dirigidos personalmente: Matas Guerrereñas  en 1813;  Mata de la Miel,  Palmarito,  Paso del Frio en  1815; los Cocos, el Yagual, Achaguas, San Antonio,  Banco Largo, Palital, Rabanal, Morrones en 1816;  Mucuritas,  San Antonio, Paso de Apurito, Paso de Utrera, Barinas el 14 de agosto, Barinas el 30 de agosto, Apurito el 3 de septiembre, Apurito el 08 de noviembre de 1817;  Biroaca,  el Paso del Río Apure o Toma de  las Flecheras el 6 de febrero, la Batalla de Cojedes, el sitio de San Fernando, los combates de la Enea, Onoto, Nutrias, Sabana de Cojedes, Guayabal, El Muerto, Torunos en 1818; el Jobo, Cañafístola, las Cocuizas, la Batalla de las Queseras del Medio, el combate de Sacra Familia, La Cruz en 1819; el Vigía, Aguas Calientes, Sabana de la Guardia, Naguanagua, Mirador de Solano el 17 de agosto en  1822;    Mirador de Solano el 22 de marzo de 1823, el Palito y La Toma de Puerto Cabello en 1823.     

Se suman a estas  una serie de batallas en las que participó bajo las órdenes de otros jefes militares como la Batalla de Carabobo.

En todas estos combates batallas sitios y tomas el   General José Antonio Páez,  no solo demostró sus cualidades como líder sino también como genio militar aplicando los principios de la guerra,  la sorpresa, la ofensiva entre otras   como sucedió en la batalla de Las Queseras del Medio.

Demostró además una valentía y arrojo sin igual al montar   a  caballo a pelo,  sin zapatos o con unas sandalias de cuero  vestido como un salvaje, de garrasi (calzón usado por los llaneros, abierto por los costados y abotonado hasta la rodilla),   o sin camisa en  más de una oportunidad.  Blandía  majestuosa y diestramente  su lanza, cuya asta era de  madera ligera, elástica y
fuerte, duradera  y medía de 3.5 metros , a 3.8 metros  de longitud, y el hierro de la lanza no era como los de la cabellaría europea, sino que tenía en uno de sus extremos la figura de una gran cuchilla, asegurado el hierro con correas de cuero, amarrándolas fuertemente al asta desde el punto de encaje hasta 1,9 mts, más abajo.

Batalló a lo largo de más de diez y seis años de combates a favor de la emancipación de los antiguos territorios de la Capitanía General de Venezuela. El propio Simón Bolívar le llamaría a su vez La Primera Lanza de América.

El llamado apóstol de la revolución cubana José  Martí  señala de Páez   que “… Con homenaje digno de él despidieron los Estados Unidos,  hace poco los restos del que, sin más escuela que sus llanos, ni más disciplina que su voluntad, ni más ejércitos  que sus llaneros, ni más semejante que Bolívar, sacó a Venezuela del dominio español, con tanta furia en la pelea como magnanimidad en la victoria, en una carrera de caballo que duró dieciséis años”.

El   General José Antonio Páez,  no sólo fue un hábil  guerrero. También fue un estudioso de muchos temas, compositor, músico, demostró cualidades para el canto, con dominio del barítono.  Tocaba igualmente instrumentos de tecla y cuerdas,   aprendió el idioma inglés, perfectamente incluso se dio el lujo de  traducir Las Máximas de Napoleón sobre el Arte de la Guerra   con notas y comentarios. Fue un hábil político  presidente de la República en tres ocasiones, un gran estadista que  logró dirigir la Nación en sus primeros y difíciles pasos luego de la lograda Independencia.


Sin embargo durante la revolución bolivariana socialista del Siglo XXI, chavista, la memoria de este hombre ilustre ha sido mancillada, vejada mezquinamente  con fines políticos partidistas e ideológicos. El fallecido Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, el 17 de diciembre de 2006 en plena cadena de radio y televisión profanó,  desde el mismo Panteón Nacional, los restos del Ciudadano Esclarecido/ General José Antonio Páez.

Entre tantas sandeces   al presidente Chávez se le ocurrió llamar corrupto y traidor al fundador de la nacionalidad venezolana.  Corrupto según él, embaucando  a los presentes y tele audiencia señalando que  Páez fue dueño de una gran infinidad de tierras con ganados y pastos como si esto fuera delito. Cuando es cierto que esas tierras le fueron adjudicadas y no robadas o expropiadas, al General Páez, por el propio Jefe de Estado, Simón Bolívar, en retribución por sus servicios y sacrificios en la guerra de independencia.

Pero si nos referimos  a la corrupción, en un informe elaborado por Orlando Zamora, ex funcionario del BCV, se señala  que entre 1999 y el 2015 los ingresos  a la Nación ascendieron a dos billones de dólares. Producto. 1ro. de los tributos directos e indirectos. 2do. de dividendos de Pdvsa, por el orden de 884.049 millones de dólares equivalentes al 70,06% de la renta petrolera de 98 años. Otros 772.332 millones de dólares provinieron de los tributos directos e indirectos, dividendos de Pdvsa y utilidades del BCV.  3ero. Por concepto de las emisiones de bonos y créditos diversos al Estado y sus entes, ingresaron 251.767 millones de dólares. 4to. La emisión inorgánica de dinero del BCV, que  representa  107.290 millones de dólares aproximadamente.

Cuando El Plan Marshall ( European Recovery Program, ERP), fue de 13 .000 mil millones de dólares de su época para la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. 

De estos 2 billones,  772.332  millones de dólares  que representan el 38% de lo ingresado, se destinaron a la gestión pública.  Otros 738.002 millones de dólares   corresponden a la gestión de Pdvsa, el ministerio de Finanzas, el Fonden, el BCV y el Bandes que incluye el gasto de 39 misiones sociales. El informe señala que el   Fonden,   ha manejado   entre 1999 y el 2015 132.427 millones de dólares.

De acuerdo al informe de  Orlando Zamora en 16 años del gobierno revolucionario, Socialista del Siglo XXI y chavista se destinaron 505.104 millones de dólares en compras en el exterior, cifra que representa el 25% del total ingresado, lo que conllevó a cometer un sin número  los delitos de corrupción como bien se señala en el informe por concepto de comisiones, sobreprecios, etc

“…Es conveniente aclarar que el manejo de este mar de divisas que llenó los puertos de buques produjo los más grandes delitos cambiarios ya denunciados: triangulaciones con sobreprecios, deterioro de alimentos (USD 3.885 millones), sobrefacturaciones (USD 69.000 millones), fuga de capitales (USD 177.000 millones), manejo discrecional de USD 28.000 millones en bienes chinos recibidos en pago del 50% de petróleo adquirido a través del fondo chino…”.

Este informe coincide con el de Ecoanalítica de Miguel Ángel Santos que con las propias denuncias o de exfuncionarios del gobierno señalaron irregularidades como sobrefacturación y fuga de capitales gracias al control  cambiario.

 Además Orlando Zamora señala que “…El colosal monto de las importaciones afectó seriamente al aparato productivo interno, estimuló una gigantesca corrupción cambiaria, fuga de divisas y venta callejera de bienes importados en detrimento de la industria nacional y del empleo estable y sustentable…” Situación está de corrupción en todos los órdenes que nos ha llevado a la impresionante crisis económica, política y social por la que atraviesa el pueblo venezolano.

Nos preguntamos quien es el corrupto…?

En cuanto a la supuesta traición del General José Antonio Páez por lo que se llama La Cosiata, este fue un largo proceso que concluyó con la separación de Venezuela  de la Gran Colombia. Al respecto  debemos de ubicarnos en el tiempo y el espacio de esa época. Ya Venezuela había sacrificado las tres cuartas partes de su población en la guerra de la independencia y desde el sur se le pedía aún más.  El 31 de agosto de 1824 el Ejecutivo de la Gran Colombia desde Bogotá  hizo un llamado de alistamiento general en las milicias. La población venezolana se oponía a ello y este descontento fue creciendo junto a otra serie de causas, como las aspiraciones de los venezolanos a la reforma de sus instituciones.

En referencia a este decreto según palabas del propio General Páez,  en comunicación al Presidente de la Gran Colombia, Simón Bolívar el 24 de mayo de 1826:    “…fue recibido con repugnancia, que yo después de haber pulsado la opinión pública y haber experimentado actos de desobediencia, resolví suspender su ejecución, cargando con entera responsabilidad que me impone el Art 13. EL General Santander me contestó privadamente que sería aprobado por el Congreso, porque estaba fundamentado en las leyes; con esto yo no lo había ejecutado  sino aparentemente, esperado ser el ejemplo de otros Departamentos  allanándose los obstáculos, y suavizándose los ánimos…”.

Por lo tanto la Cosiata no fue un movimiento para derrocar a Simón Bolívar,  ni para separarse de la Gran Colombia. Y así lo entendió el libertador razón por la cual cuando viajó a Venezuela, indultó a todos los comprometidos en la Cosiata, por decreto del 1 de enero de 1827 y procedió a ratificar a Páez en el cargo de Jefe Superior Civil y Militar de Venezuela, y le dio más poder.

Si el Libertador Simón Bolívar lo entendió y lo aceptó así, menos aún  podía venir décadas después un Presidente a decir o señalar lo contrario.

En referencia a la palabra traición esta implica una serie de acepciones  de diferente significado. El General José Antonio Páez, nunca se sometió ni realizó proselitismo político a favor de tal o cual ideología, sin embargo el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, comprometido con los hermanos Castro desde el año de 1959, dirigió un gobierno marxista leninista  que es llamado Castro Comunismo.

En este sentido desde La Habana se conspiró contra la Nación venezolana y sus instituciones.  En Cuba se  entrenaron docenas  de ciudadanos venezolanos para que insurgieran en armas contra la joven democracia venezolana, que a pesar de sus imperfecciones era democracia al fin; se financió la compra y él envió de armas; se organizaron actos terroristas contra la industria petrolera y las instituciones del  estado así como contra empresas del sector privado; en 1963 se descubrieron seis toneladas de armas aproximadamente enterradas en las arenas de Macama en la Península  de Paraguaná estado Falcón,  compuesto por cañones sin retroceso de calibre 55 mm, morteros de 6 mm, Bazoocas calibre 3.5mm, subametralladoras UZI, Fusiles de Asalto ligeros (FAL), cargas explosivas M3, para demolición de edificios, cohetes ligeros para la bazoocas, granadas para los morteros. Todo este armamento llegado desde de la  Cuba castro comunista. 

Venezuela  a su vez fue invadida  por efectivos militares perteneciente a las milicias y de las Fuerza Armadas Revolucionarias de Cuba por Machurucuto el  08 de mayo de 1967, en compañía de guerrilleros venezolanos.  El 20 de noviembre de 1968, se va a  producir  la interceptación de tres  motonaves cubanas en aguas jurisdiccionales venezolanas dándose a la fuga dos y siendo retenida la Alerquin por la Armada venezolana, motonave que tenía por misión el desembarque de milicianos, armas y  reembarcar   combatientes hacia Cuba. Así como serie de desembarcos con dinero, armas y guerrilleros que no se han  logrado  conocer hasta ahora.
Al respecto acceder
Armada venezolana derrota invasión guerrillera cubana a bordo del Alecrín


Hoy en día el gobierno castro comunista de Cuba tiene plena aceptación en Venezuela y se les asegura el abastecimiento de 53.000 barriles  o más de petróleo diarios, bajo  un acuerdo firmado en octubre del 2000 entre Hugo Chávez y Fidel Castro. La  penetración ideológica en Venezuela, en especial dentro de las instalaciones  gubernamentales  así como en las de las FANB es obvia; se puede ver y oír allí consignas castro comunistas, fotografías de los hermanos Castro y del Che Guevara, y Camilo Cienfuegos .  Por lo tanto nos preguntamos quién o quiénes son los  traidores? 


Bibliografía

Boulton Alfredo. 20 retratos del General José Antonio Páez. Caracas: Cromoti, C.A Segunda Edición 1972. Págs.

Cunnighame Graham,  Robert B. José Antonio Páez. Teques: Italgrafica, S.R,L . Biblioteca de Autores Mirandinos 1991, 312. Págs.

Fundación Carlos Alberto Farías. José Antonio Páez La Libertad del Viento. Caracas: Impresiones Paulinas. Págs., 156

González Guinán, F. Historia Contemporánea de Venezuela.  Caracas: Tomo VII.- Edit. Edime.

Manuel Pérez Vila. El Centauro del Llano anécdotas y Episodios de la Vida Aventurera y Gloriosa del General Páez. Caracas: OVENCA, 1973 Págs. 52

Marquez Oscar José.  La Toma de las Flecheras. Caracas: Imarliti. C.A. 2004. Págs. 310

Páez José Antonio. Autobiografía del General José Antonio Páez . Caracas: reproducción Facsimilar de la edición original, existente en la biblioteca del Congreso de los EE.UU Washington D.C. Librería y Editorial el Maestro 1945 Tomo I, 576 págs.

Páez Ramón. Wild Scenes in South América or Life in the Llanos of Venezuela. New York: Charles Scribner.

Páez Ramón. Escenas Rusticas en Sudamérica o La Vida en los Llanos de Venezuela. Caracas: Ediciones Centauro. Ávila Editores 1980. 386, páginas.

Polanco Alcántara, T. José Antonio Páez Fundador de la República. Ediciones GE, 2000.


Reyes Vitelio.Venezolano Integral. Caracas: Imprenta Nacional 1957, 834  Págs.

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Thursday, February 11, 2016

Guitarras para José Antonio Páez


Este viernes 12 de febrero, a las 12:30 del mediodía, se escuchará la obra "Marcha" de Toribio Segura, dedicada al Centauro de los Llanos.

La Orquesta de Guitarras interpretará la obra con diversas clases de este instrumento (Cortesía)


EL UNIVERSAL
jueves 11 de febrero de 2016  01:06 PM
Este viernes 12 de febrero, a las 12:30 p.m., en el Auditorio de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, la Orquesta de Guitarras Simón Bolívar reestrenará la "Marcha" que Toribio Segura compuso y dedicó al general José Antonio Páez, en 1837.

Este concierto se enmarca en la conmemoración del Día de la Juventud.

En esta ocasión, la obra será interpretada con distintos tipos de guitarras, tal y como fue la voluntad manifiesta del compositor. De hecho, así lo reseñó la prensa nacional en el año 1843.

En este sentido, este reestreno es fruto de una investigación histórica y musicológica que realizó el músico e investigador Hugo Quintana sobe el personaje, por lo que este profesor introducirá la audición de la pieza con una breve charla ilustrativa.

Por su parte, Segura fue violinista, guitarrista, compositor y director de orquesta.


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Wednesday, July 8, 2015

José Antonio Páez en Puerto Cabello


1865 - General José Antonio Páez P.Hass Litografia 0,53 x 0, 43

Tomado de:




10 de abril 2015 - 12:01 am
A mi amigo y colega

Anatólio Medeiros Arce

De la Universidade Federal da Grande Dourados (Brasil)

Los hechos suelen ser recordados en libros, revistas y manuales de historia: en 1846 un levantamiento encabezado por Francisco Rangel y Ezequiel Zamora intenta tomar la conducción del Estado. Páez –cabeza visible de la represión– sale al frente del ejército y derrota aquel proyecto.

Años después recordará en su Autobiografía que, como resultado de esa victoria militar: “Mis conciudadanos me colmaban de los más lisonjeros obsequios. Las municipalidades me enviaban sus felicitaciones, y me acogían en sus recintos con honores triunfales: los individuos acudían en tropel a darme la bienvenida, los poetas me consagraban brillantes composiciones, y hasta las mujeres creían cumplir con un deber del patriotismo dirigiéndome discursos congratulatorios en que me llamaban el padre de la patria”.

Lo expresado por el general, en efecto, da cuenta de los homenajes y tributos que se le rindieron. En todos los centros poblados que atravesó mientras dirigía sus pasos en dirección a la residencia que habitaba en Maracay –toda vez que habían concluido los juicios contra los líderes del levantamiento– era recibido con expresivas manifestaciones de júbilo. En tal sentido, he querido referirme el día de hoy al júbilo que le manifestó Puerto Cabello en julio de 1847.

El día 18, alrededor de las 5:00 de la tarde, llegó el triunfador. Lo acompañaban más de 2.000 jinetes, la mayoría de ellos se le habían unido en el camino. La primera actividad que tenía organizada la máxima autoridad civil del lugar consistía en un recorrido a caballo por la población. La calle General Páez y la calle Colombia fueron las elegidas para tal fin; por tal razón, estaban adornadas con los arcos de palma habituales en esos casos, guirnaldas florales y banderas de diversos colores. En determinado momento del recorrido, desde una casa familiar cayó una lluvia de flores sobre el homenajeado.

Finalmente, la comitiva llegó a la residencia que le tenían asignada al ilustre visitante. Antes de retirarse, el grupo de soldados que hacían de escolta hizo algunas demostraciones militares. La infaltable banda de músicos ejecutó varias piezas. Sin embargo, no habían concluido los actos del día pues, a las 8:00, dio inicio la retreta. Poco antes de esa hora se había servido la comida. A las 10:30 se retiraron los invitados “para dar treguas al descanso del Centinela de Venezuela”.

Las noticias que recojo sobre aquel acontecimiento las he tomado de periódicos de Valencia y Caracas. Por eso estoy enterada de que, el siguiente día, los actos programados incluyeron las felicitaciones de todos los cónsules asignados a esa plaza y, en la tarde, tocó rendir palabras de fidelidad a los miembros del Concejo. Hubo discursos alusivos a la ocasión. Para la tarde estuvieron pautados los “juegos de novillos en la calle de Colombia”. Alrededor de las 9:00 de la noche, la casa del señor Domingo A. Olavarría se había convertido en sitio de encuentro espontáneo de una concurrencia de ambos sexos. “Aprovechando la espontaneidad de aquellas personas, el obsequioso Sr. Olavarría transformó de improviso la sociedad en baile, el cual fue tan formal como si hubiese sido dispuesto con antelación, más de veinticinco parejas danzaban a la vez en aquella espaciosa sala y Su Excelencia se divirtió hasta las dos”.

El 20 fue la fecha señalada para un almuerzo en el campo. A tal fin, a las 9:00 de la mañana tomaron como refugio una espesa arboleda de mangos. La disposición de los árboles permitía el escape del rigor solar, razón por la cual un abundante almuerzo satisfizo a más de cien concurrentes. Pero no quedó ahí la inventiva de los anfitriones. Una multitud de hamacas fueron colgadas bajo aquella sombría arboleda: nada parecía excesivo para proporcionar tranquilidad a los asistentes. Más tarde hubo música, los cantos fueron responsabilidad del reconocido vocalista señor Roberto Corser. No faltaron las corridas de caballos a las que era tan afecto el general. A las 4:00 regresaron a la ciudad. A las 7:00 de la noche Su Excelencia se retiró a sus habitaciones.

Los homenajes siguieron varios días. En algunas mañanas y tardes el héroe de la jornada visitó algunas casas familiares. A las 8:45 del 21 de julio fue el momento para iniciar el gran baile. Los invitados de la noche sumaron más de 250 personas. Como era protocolo propio de nuestro país, a la 1:00 de la madrugada se sirvieron exquisitas viandas. A las 2:00 continuó el baile. A las 4:00 se volvió a la mesa. Ya vaciados de energía, los asistentes comenzaron a retirarse “al rayar el alba”.

En otra ocasión fue el obsequio en el mar. Lo hizo el comandante de la goleta Habanera. En el buque, Páez fue recibido y despedido con salvas. De vuelta en la ciudad, se valieron de la tarde para continuar con “el juego de novillos”. En la noche el vencedor visitó otras casas. El sábado la comitiva partió a las 8:00 de la mañana en dirección a San Esteban. La idea era visitar a un viejo amigo de los años de mayor gloria militar, se habían conocido en los tiempos de guerra libertaria: era el general Salom. En esa ocasión el señor. Abigaíl Lozano compuso unos versos que comenzaban: “¿Quién es ese guerrero, patriarca de la Fama,/ Que vive con las aves a orillas de un raudal?”.

De regreso a la ciudad, fue sorprendido por una comparsa de máscaras que tomaron su casa a las 3:00 de la tarde. De esa guisa, baile y música alegraron a la Excelencia durante una hora. Debo decir que no era Carnaval sino que el recurso de enmascarase era habitual en todo festejo público. En esta ocasión no fue distinto y los entusiastas gozaron de lo lindo.

Esa misma jornada, a las 3:00 de la tarde hubo la habitual distracción taurina. En la noche los jóvenes porteños dieron lo suyo con un baile. Decía la crónica que el refresco fue selecto y abundante. Los compases duraron hasta las 5:00 de la madrugada.

El 26 fue el último día de agasajos. Los planes del general eran sencillos: visitar a las familias que le habían brindado atenciones. Por cuanto eran muchas, el gesto de cortesía se prolongó hasta la noche. El llanero vencedor quiso retirarse temprano y así lo hizo. No obstante, estaba lejos de su alcance imaginar la serenata que le ofrecerían los extranjeros; de tal manera, estos espontáneos “le llevaron música y le cantaron muy buenas composiciones armoniosas”.

Después de nueve días de festejos constantes, Su Excelencia José Antonio Páez debía retornar al hogar. Se quedaron en proyecto algunos tributos, como las cenas y bailes que tenían meditados los cónsules de España y Francia. Al mediodía del 27 de julio se concretó la partida. Los ánimos estaban decaídos, pero no vaya a creerse que por cansancio sino porque sabían que volvían “al mundo real después de haber probado las dulzuras de una existencia ideal; y esta consideración nos dominaba enteramente”. Era el gobierno de José Tadeo Monagas, vale la pena recordar.

Las últimas palabras del visitante antes del adiós no pudieron ser más lacónicas: “Porteños, adiós, os llevo en mi corazón”.

alcibiadesmirla@hotmail.com

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Sunday, March 8, 2015

JOSÉ ANTONIO PÁEZ DIPLOMÁTICO





   Rafael Arteaga Romero *
Mucho se ha escrito sobre diversas facetas que caracterizaron la vida de José Antonio Páez, pero pocas veces se ha hecho mención de las habilidades del mismo para desempeñar complejas y delicadas  funciones en el mundo diplomático.

Dejando atrás los años mozos, vividos para guerrear, se suscita un cambio radical en la mentalidad del General, convertido en un partidario férreo no de la lanza y la espada,  sino de la armonía y el entendimiento entre los militantes de las diversas tendencias políticas y también con aquellos países, con los que la naciente república por él fundada llevase relaciones a veces no muy armoniosas. 

En este sentido y en carta enviada desde Nueva York a uno de sus más cercanos colaboradores, Pedro José Rojas, le ratifica su repudio a la guerra como instrumento para remediar los males de la patria. Había que, escribía Páez “cambiar las bases de la sociedad, mejorando su calidad, evitando gastar tanto dinero en ejércitos y crear pueblos industriosos con dedicación con dedicación al trabajo  y a otras costumbres de países civilizados”.

El año 1859, siendo Presidente de la República Manuel Felipe de Tovar, se presentó un serio problema diplomático debido a las pretensiones del Encargado de Negocios de España, Eduardo Romea, quien solicitó a Venezuela que aceptara indemnizar a un grupo de  70 ciudadanos españoles que alegaban haber padecido daños económicos secundarios a las acciones de guerra que ocurrían en el país.

Al negarse nuestra república a tales pedimentos, Romea anuncia que las relaciones entre ambos naciones se romperían y decide abandonar el suelo patrio a bordo de la nave “Blasco de Garay” que conjuntamente con el buque de guerra “Habanero” habían ocupado el puerto de La Guaira con fines intimidatorios el 10 de septiembre de 1860.

El gobierno decide iniciar conversaciones directamente en Madrid con las autoridades locales y envía para ello con carácter de Ministro Plenipotenciario a Don Fermín Toro y al diplomático Don Mariano Palacios. Igualmente decide el Presidente Tovar, informar a los gobiernos de países amigos, las amenazas de las que ha sido objeto.

Piensa designar a un funcionario especial para tratar el tema con los Estados Unidos. Sabedor de que “ninguna persona mejor que Páez había recibido en ese país demostraciones y señales de aprecio” no tarda en designarlo Ministro Plenipotenciario de Venezuela (14 Sept 1860) para realizar tales gestiones ante el gobierno del Presidente James Buchanan.

Este recibe en Washington la Cartas Credenciales de Páez, quien  2 días después se entrevista con el Secretario de Estado Lewis Cass, al cual le solicita ayuda para que todo retorne a la senda pacífica de la que nunca debió salir. Ante los diligentes y buenos oficios del veterano prócer llanero, quien ya se expresaba en el  idioma inglés el propio Presidente Buchanan, diplomático de experiencia,  manifiesta rechazar todo intento de influencia europea en Hispanoamérica

Páez tuvo la habilidad de mostrar sus convincentes argumentos al entrevistarse también con el Ministro español en Washington, Gabriel García de Tessara, el cual prometió interceder ante el gobierno madrileño con tal los Estados Unidos no tomaran acciones en el caso planteado. La Cancillería venezolana a través de Páez, quiso dejar constancia de no haber pedido la mediación activa del país norteño sino solo sus buenos oficios, al igual que se les solicitó a  otros países.

Poco tiempo después de estas delicadas entrevistas, Páez se anota un triunfo como activista de la diplomacia, al aceptar España de abstenerse de todo acto hostil contra Venezuela, quedando esto plasmado en un tratado entre ambas naciones, rubricado el 12 de Agosto de 1861 en Santander.

El General había vivido una particular y singular experiencia, primera para él en esos avatares de la diplomacia internacional, abriéndole un escenario político y cultural novedoso y enriquecedor; tanto así que el Presidente venezolano Manuel Felipe de Tovar, “no solo resolvió mantener a Páez al frente de la embajada venezolana en Washington, sino que llevó con él activa correspondencia acerca de la situación anormal del país y le invitó particularmente a restituirse al seno de la patria…” (F. González Guinán, Hist. Contempor. de Vzla, tomo 7, 210).

Para Enero de 1861 y ante la buena evolución de las conversaciones en la capital ibérica, que hacían ya innecesaria la continuidad de Páez en la misión diplomática asignada al mismo, este decide presentar renuncia a su cargo ante la cancillería venezolana, regresando al país el 14 de marzo de 1861. Caracas toda le brindó una merecida bienvenida y entre banderas, cohetes, lindas damas en ventanas llenas de flores y calles engalanadas, la patria agradecía la defensa territorial que una vez más, cubría de gloria al prócer de siempre, el General en Jefe José Antonio Páez

Bibliografía consultada
1)-F. González Guinán, Historia Contemporánea de Venezuela, Tomo VII.- Edit. Edime, Ccs.
2)-Funcionarios diplomáticos de Vzla, tomo III,vol7. Archiv. Ministerio de Relaciones Exte
3)-Polanco Alcántara, T..-J.A.Páez Fundador de la República. Ediciones GE, 2000
(*)Médico,historiador y  tataranieto del prócer


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Sunday, February 1, 2015

BATALLA DE LAS MUCURITAS


http://venelib-antao.blogspot.com/2015/01/batalla-de-las-mucuritas.html





       Dr. Rafael Arteaga Romero (*,**)



Tal día como hoy, un 28 de Enero del año 1817 en Las Mucuritas, lugar situado en el actual estado Apure, el ejército patriota se cubrió una vez más de gloria, en esta oportunidad bajo el mando del General José Antonio Páez, venciendo a dos grandes estrategas españoles: los Generales Sebastián de la Calzada y Miguel de la Torre, éste último con tres mil infantes y mil setecientos jinetes mandados por su jefe de caballería, el coronel Remigio Ramos, famoso desde los tiempos de Boves.

Para Páez era cuestión de vida o muerte ganar a los realistas para obligarlos a limitar su radio de acción al sur del territorio apureño, o sea, a San Fernando de Achaguas y San Juan de Payara. Para ello formó sus batallones en 3 líneas, lideradas por los comandantes Ramón Nonato Pérez y Antonio Rangel, la primera de ellas ,Rafael Rosales y Doroteo Hurtado la segunda; Cruz Carrillo al frente de la tercera, mantenida ésta como reserva, en total 1.100 hombres.-

Gran conocedor del llano y su clima como lo era Páez, tomó la decisión de atacar por donde el viento no produjera que el polvo y el humo de la pólvora, obstaculizase su avance.
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Observando que el español La Torre, envió adelante un pelotón de Húsares con funciones de reconocimiento, el caudillo llanero escogió a ocho soldados de probado valor personal para atacar a aquellos; relata la tradición oral la exclamación del jefe patriota:… “si no vuelven a filas  con las lanzas teñidas en sangre enemiga  correrán con la pena de muerte”

La Torre contra ataca y la primera línea de combate patriota carga vigorosamente contra él; la segunda línea hace lo mismo en contra de la caballería enemiga. Ante la manifiesta superioridad numérica española Páez toma la que fue su gran decisión: conocedor como dije antes del ir y venir del viento de la sabana, envió 50 hombres a prender fuego al pajonal seco de la misma. En minutos las llamas  rodean al ejército español, muriendo así muchos soldados víctimas del incendio. Los demás  en completa derrota optan por la retirada  a través del único sitio disponible, una laguneta y un quebrado riachuelo.
Con respecto a la batalla de Las Mucuritas o Mucuritas solo, como también se le conoce, el Mariscal de Campo y supremo Jefe ibérico Pablo Morillo, escribió así al Rey de España: “Catorce cargas consecutivas sobre mis cansados batallones me hicieron ver que aquellos hombres no eran una gavilla de cobardes poco numerosa, como me habían informado, sino tropas organizadas que podían competir con las mejores de Su Majestad el Rey”

Este gran triunfo de J.A.Páez y su valiente tropa dio gran fuerza moral a la causa independentista pues fue la primera derrota que sufrió el ejército de Morillo, luego de su llegada al país.
                        
 *.-Miembro correspondiente Soc.Ven.Historia de la Medicina.
**.-Tataranieto del Procer


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Wednesday, July 9, 2014

GLORIA HENRÍQUEZ : “LA EDECANA DE MIRANDA” IN MEMORIAM







                                                IN MEMORIAM

En la ciudad de Donostia/San Sebastián del País Vasco, a 3 de junio del año en curso, lejos de su natal  San Cristóbal y de su caraqueño liceo de tiempos juveniles, dejó de existir una intelectual venezolana de méritos extraordinarios y  de una gran vocación por la historia patria, destilada en su dedicación a la vida y obra del Precursor, Generalísimo Francisco Sebastián de Miranda. Junto a su inseparable compañera de causa y de compromiso, Miren Basterra, fueron ellas el  constante empuje detrás de la tarea de investigar y preparar  para su actual edición de Colombeia, el   inmenso  archivo del gran viajero por los horizontes de la libertad de aquella América española del siglo XVIII.  No en vano a estas damas  se les conoció como las “edecanas” de Miranda.

Colombeia
Gloria Henríquez Uzcátegui y Miren Basterra Ariño fueron las asistentes, alumnas y herederas intelectuales de una de las más brillantes historiadoras venezolanas, más conocida en el exterior que en su propia tierra: Doña Josefina Rodríguez de Alonso, autora de una de las obras más enriquecedoras sobre el Prócer: El Siglo de las Luces visto por Francisco de Miranda  (Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1978, Prólogo de Edmond Giscard D’Estaing y Presentación de J.L. Salcedo-Bastardo). Obra originalmente escrita en francés en la que su autora no sólo logra traernos el siglo XVIII a nuestra contemporánea percepción, sino también explicarnos cómo ese siglo XVIII, el de las Luces,  recibió cual propio al primer hispanoamericano universal ,  y  con él, a toda una causa y un ideal.  Ya doña Josefina se había lanzado a todo un proyecto intelectual en pro de reincorporar a Miranda a las más altas esferas del pensamiento europeo, comenzando por Francia, cuando surgió la idea de volver a editar el Archivo de Miranda, ahora bajo el título acuñado por el propio prócer : Colombeia. Gloria y Miren se incorporan para darle sostén y apoyo a doña Josefina y, tras su fallecimiento en 1994, ,  continuar su obra en el mismo ambiente donde, desde la desaparición del franquismo, la  distinguida escritora había vivido junto a su esposo, el activista médico canario y connotado  republicano español, Elfidio Alonso.

Para el proyecto de Colombeia se formó a finales de la década de los setenta una Comisión  Responsable  bajo la dirección de doña Josefina  y con la  asesoría del Dr. José Luis Salcedo-Bastardo. Gloria y Miren serán los dos pilares,  para así encauzar más de un cuarto de siglo de su vida hacia el rango simbólico de “Edecanas de Miranda”.

Dejemos a Gloria Henríquez contarnos , en breves pinceladas, la historia de Colombeia,  la cual no es más que la decantada en el título de su obra : Historia de un archivo. Francisco de Miranda. Reconstrucción de la Memoria (Fundación para la Cultura Urbana, Caracas, 1° edición, 2001; 2° edición, 2008).

Si bien es cierto que cada persona, cada historia  humana, es esencialmente única, Miranda y su historia serán de alguna manera “más únicos”. Si admitimos semejante juego de palabras podríamos extenderlo hasta afirmar que la historia de su archivo, perdido por más de un siglo y  milagrosamente reencontrado, con sus aventuras y desaventuras al decir de Gloria Henríquez, es también única en  medio de lo único. Escribe Gloria: “ Son sesenta y tres hermosos tomos que él mismo organizó y mandó encuadernar en Londres, hasta 1810, con la idea de enviarlos a Caracas – cuando el país fuera independiente – para ser colocados en los archivos de la ciudad…”. Manuscritos en castellano, francés, inglés y otros idiomas:   documentos, correspondencia, manifiestos, diarios, impresiones sobre países, personajes de la época, culturas, pueblos, ciudades, puertos y toda clase de lo que se le ocurriera observar a un viajero culto, con criterio propio y una gran agudeza para interpretar el mundo que iba descubriendo. Pero por encima de todo, un hombre con propósitos y planes en pos de la independencia  y libertad de esa gran porción de la humanidad que su  joven visitante en Londres luego definiera como “….un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte; cercado por dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y ciencias aunque en cierto modo viejo en el uso de la sociedad civil ( Simón Bolívar, Carta de Jamaica,1815).

La desventura del archivo comienza en la noche de la captura de Miranda en La Guaira en 1812. ¿Qué haría con él el capitán del barco  inglés Sapphire surto en el puerto con tan preciosa carga sin su dueño? Gloria cuenta la historia completa, desde la llegada del archivo a Inglaterra vía Curazao y su eventual desaparición durante más de un siglo, hasta que se dio con él el académico y diplomático  Caracciolo Parra Pérez  quien, desde Suiza,  delega su examen  en Alberto Adriani quien, a su vez, viaja con tal propósito  al pueblo de Cirencester, a 150 km al oeste de Londres, casi en el límite de Gales. Allá reposó este tesoro invalorable durante más de un siglo, en el castillo de Lord Bathurst.

El gobierno del General Juan Vicente Gómez no vaciló en adquirir el archivo y traerlo a Venezuela donde se le hizo una primera edición  entre los años 1929 y 1950. Con sus tres secciones originales de “Viajes”, “Revolución Francesa” y “Negociaciones”, los 63 volúmenes del archivo se quedaron bajo la custodia de la Academia Nacional de la Historia en un armario de metal cuya llave cargaba don Vicente Dávila, el bibliotecario-archivero de la Corporación , afirma la Licenciada Henríquez.

Con ocasión de los 200 años de la participación de Miranda en la lucha por  la independencia de los Estados Unidos (1781), el gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez  decretó  la preparación y publicación de una nueva edición , la que sería denominada Colombeia, en cuatro secciones en lugar de tres al agregarle , por primera sección, la de “Francisco de Miranda: súbdito español”,  y al reorientar las tres remanentes como sigue: “El Viajero Ilustrado: 1783-1790”, “Intervención de Miranda en la Política Europea, en pro de la Independencia de Latinoamérica: 1790-1801”, “Revolucionario a Tiempo Integral: 1801-1812”, y “Miscelánea Final hasta 1816” ( por agregarse).

El equipo Josefina Rodríguez- Gloria Henríquez- Miren Basterra, con la asesoría de J.L. Salcedo-Bastardo, había completado  los primeros 13 tomos al ocurrir  la muerte de su directora: todos con el sello de las Ediciones de la Presidencia de la República.  Así fue  con las siguientes ediciones  en  sana continuidad administrativa bajo el gobierno del Presidente Hugo Chávez, hasta el número 20, cuando se decidió encargar al Ministerio del Poder Popular para la Cultura la realización de los cinco tomos restantes. Una comisión viajó a San Sebastián  en 2007 para comunicarles a las damas Henríquez y Basterra, con mucha cortesía y reconocimiento a su esfuerzo , que había  necesidad de acelerar la edición de los cinco tomos restantes más allá  de un tomo por año, como parece haber sido el ritmo hasta ese momento. Mas por causas que no conocemos, a no ser que ya están listos y lo que falta no será más que detalles, estos cinco tomos   siguen ausentes del tramo que espera por ellos en nuestras bibliotecas.

De las cuatro personas que conformaran el proyecto inicial solo queda la Diplomada Miren J. Basterra Ariño.  Ya comentamos la desaparición de doña Josefina Rodríguez Machado de Alonso en 1994. El ilustre académico e historiador, padre del proyecto,  José Luis Salcedo-Bastardo, falleció en 2005. Ahora  se ha ido la licenciada Gloria Henríquez Uzcátegui, “edecana” de Miranda la que, con su inesperada partida, ha removido esta cinta de una historia que no finaliza porque – sencillamente - es historia patria.


                                                                ***
Más  de Miranda
Entre Bolívar y Miranda los historiadores, venezolanos y extranjeros, han tenido un vastísimo campo abierto a la investigación, confrontación y publicación.  Pareciera que la literatura sobre uno estimula renovado y paralelo interés por el otro. Al aproximarnos  al año 1983, el del Bicentenario Bolivariano, un diluvio de libros, revistas, congresos y encuentros  académicos  sobre el Libertador empezó a fluir no solo en Venezuela, sino  a nivel continental  y latinoamericano también.  Miranda no podía esperar   la llegada de su  250° aniversario,  a 17 años después.  Es como si él también dijera: “¡Presente!”.

El  académico José Luis Salcedo-Bastardo opinaba que quien estaba esperando    por Miranda y su mensaje era más bien la América entera. De ahí su colección de 200 piezas mirandinas que juntaba “por primera vez, todas en castellano, demostrando   la   efectiva  continuidad  de nueve lustros de acción clarividente, donde América espera”. En la  selección y cronología de las piezas escogidas participaron Manuel Pérez Vila y Josefina Rodríguez de Alonso . (Biblioteca Ayacucho   N° 110, 1982, 686 pp).

 Las relaciones entre Bolívar y Miranda , Cristóbal L. Mendoza (Italgráfica, 1978), ha sido un tema predilecto y constante.    En 1979 Arturo Uslar Pietri y Pedro Grases nos regalaron su obra Los Libros de Miranda ( Casa de Bello), mientras  en el mismo año la Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos le publicaba a Enrique Bernardo Núñez  su Miranda, o el tema de la libertad. En la misma onda, Miranda, pasión de la libertad americana  fue el título conferido por Federico Brito Figueroa a su contribución en 1981( Universidad Santa María).  Antonio López Egea se concentró en El pensamiento filosófico y político de Francisco de Miranda , editado en 1983 por la Academia Nacional de la Historia, la cual, en el mismo año, le publica a Gloria Henríquez Uzcátegui Los papeles de Francisco de Miranda.

A mediados de la siguiente década nos llega la excelsa obra Francisco de Miranda: ¿ Don Juan o Don Quijote del  maestro de las biografías Tomás Polanco Alcántara (Ediciones G.E., Caracas, 1996; Reedición póstuma, 2004). En su  obra magistral, 8 Grandes Biografías,  (Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1993), Alfonso Rumazo González aborda a Miranda en su dimensión continental al llamarlo el “protolíder” de la América española.

No es nuestro propósito pasearnos junto al lector por todas las obras sobre Miranda publicadas en ese lapso; ni olvidamos a los autores que , en distintas épocas y circunstancias pasadas se han ocupado del  ilustre venezolano universal.  Es difícil redondear el tema sin volver a la década de los años 20 del pasado siglo : Miranda et la Revolution Francaise ,  1924, libro que luego  será traducido al español, de Caracciolo Parra Pérez y redactado  antes de él conocer el archivo;  el otro,   The Life of Miranda,  de William Spencer Robinson, en inglés, 1929, también traducido.

Con el 250 aniversario del nacimiento de Miranda, una nueva ola habrá de tocar los anaqueles de la biblioteca venezolana como si fuera su  Leander tocando las costas de La Vela de Coro e  izando una bandera tricolor.

Llega el año 2000 y con él el 250° aniversario del natalicio del Generalísimo. Una de las obra más  emblemáticas y útiles a la vez le correspondió a Rafael Pineda al ubicar, clasificar e identificar una vasta cantidad de imágenes para su  densa obra ilustrada Iconografía de Miranda ( Ministerio de Relaciones Exteriores-Banco Industrial  de Venezuela, 2001). Novedosa es la obra de Edgardo Mondolfi Gudat  Miranda en ocho contiendas (Fundación Bigott, 2005, 214 pp).

No obstante, la obra más difundida en esta etapa le corresponde a la historiadora Carmen L. Bohórquez Morán, doctora en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos, con 100,000 ejemplares  de distribución gratuita por la Editorial el perro y la rana en 3° edición : obra  titulada Francisco de Miranda: Precursor de las independencias de América Latina ( 2006, 394 pp), publicada originalmente en francés en 1998. De hecho, esta obra de la profesora Bohórquez se suma a  otras dos fundamentales sobre Miranda, escritas en francés para la nación en  cuya gran revolución luchara, llegando cerca de la “sonrisa de la guillotina” al decir de Juan Uslar Pietri (1979 ): las de Caracciolo Parra Pérez y  de Josefina Rodríguez Alonso, ya mencionadas.

Por otro lado también tuvo mucha difusión y aceptación la biografía de Miranda en la colección Biblioteca Biográfica Venezolana, editada por el diario El Nacional con apoyo del Banco del Caribe. Correspondió su autoría a la  historiadora y  académica  Inés Quintero y su edición  al año 2006, en  volumen de 138 páginas que lleva el número 25 de la mencionada colección. Comoquiera que la autora parte de la influencia que tuvo la  rezagada posición social de la familia  Miranda  y Rodríguez en aquella sociedad colonial, al primer capítulo le puso por título : “El hijo de la panadera”. Años después  en 2014, Quintero vuelve a este punto, ahora por título de un libro autónomo publicado por Editorial Alfa.

                                                         ***
Geografía de  la biografía

Otra faceta conspicua en la vida de Miranda que le confiere visos de singularidad fue, sin duda, la de sus viajes y periplos entre cinco continentes, con la larga pausa en la Europa del Siglo de las Luces. En otras palabras, este “Viajero Ilustrado” según  la segunda sección de Colombeia, en su bagaje guardaba  un caleidoscopio de países, regiones o ciudades de la más variada índole, el cual lo ligaría a cada uno de un modo que podría darle una autonomía temática individual. Gloria Henríquez en su Historia de un archivo se percata de ello y hace mención de algunas obras relacionadas con Miranda y varios de los países e imperios que visitara como peregrino en pos de la libertad de su Colombia.

Gloria Henríquez retrocede al año 1933 cuando G. Lozinski publica en la revista Mundo Eslavo su artículo “Miranda en Rusia”.  En 1997 – nos informa – el ruso M. Alpérovich publicó fragmentos sobre  la visita de Miranda al Kremlin con motivo del 850° aniversario de la fundación de Moscú. En el año 2000 se edita el diario completo de Miranda en Rusia bajo el cuidado de Alperovich  con el título : Francisco de Miranda, Diario de Rusia, Moscú-San Petersburgo, Academia de Ciencias de Rusia. Con anterioridad en 1996 – prosigue la autora-  el Instituto de Arqueografía  Ucraniana de la Academia de Ciencias  había publicado los pormenores del paso de Miranda por tierras ucranianas donde la Emperatriz  Catalina II lo declara “huésped de honor de la ciudad de Kiev”.

La investigadora pasa por Suiza a leer un trabajo sobre Miranda en el principado de Neuchatel por el profesor Charles Guyot (1934), y menciona otro  del diplomático suizo René Naville sobre el viaje de un “general venezolano por Suiza” (1949).  Ella misma – Gloria- dirigió la obra ¡Bendita libertad! Viajes de Miranda por Suiza, auspiciada por Bentata & Hoet, Caracas, 1992.      
    
 En 1950 – agrega- aparece en Estocolmo una “excelente edición del Diario de Miranda por Suecia y Noruega, considerada de primer interés histórico y cultural” por su presentador  Styg Rydén.

Gloria Henríquez examina la bibliografía francesa que demora en conocer la obra del venezolano cuyo nombre está esculpida en el Arco del Triunfo de París, y ello al llegar a la obra de Olivier Baulney quien, en 1968 le revela a sus paisanos el valor y la importancia del legado del general venezolano  para su historia. Y es allí donde Gloria introduce y analiza El Siglo de las Luces visto por Francisco de Miranda,  en francés, de su mentora Josefina Rodríguez de Alonso.

Vuelve la investigadora a Escandinavia  para referirse a la versión danesa del Diario en una sucesión de ilustraciones que auspicia Haarvard Rostrup en 1983, tanto en Copenhague como en Caracas. En 1984 le tocará a los croatas recordar el paso de Miranda por el puerto adriático de Ragusa ( República de Dubrovnik) en una publicación del Centro Croata Venezolano de Caracas.

En cuanto a Estados Unidos  nos informa sobre la publicación en 1998  , ahora en edición crítica, del Diario de Viaje de Miranda de Sara Almarza Costa en Fuentes para la Historia de la República,  Volumen XII, edición  del Centro de Investigaciones Diego Barros Arana y Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile.

Y “no podía faltar aquí el recorrido de Miranda por Grecia” nos recuerda Gloria Henríquez al  invocar la obra del distinguido profesor chileno Miguel Castillo Didier, uno de los más calificados helenistas en América Latina, quien  en 1986 le siguiera los pasos al caraqueño infatigable subiendo a la Acrópolis, para luego presentarnos su obra más extensa Grecia y Francisco de Miranda ( Universidad de Chile, 1995).

Miranda llegó a Grecia camino al imperio otomano, el rival y contrincante de Rusia que andaba en pos de las rutas marítimas de aguas cálidas hacia el sur. Alude Gloria Henríquez  a la primera traducción al turco  de “una buena parte” del Diario de Constantinopla  por el embajador turco Fuat Carim, publicada en 1965, agotada.

Auspiciada por la embajada de Venezuela en Ankara- añade la autora-  “ con el título Memorias turcas del venezolano General Miranda y a iniciativa del  embajador y profesor Kaldone G. Nweihed”,  aparece en 2004 una “edición enriquecida con ilustraciones, introducción del embajador y nota biográfica de don Francisco de Miranda por Tomás Polanco Alcántara, tomada de la revista Venezuela del Ministerio de Relaciones Exteriores, octubre de 2001”. En efecto, las 150 ilustraciones aludidas  constituyen de suyo una secuencia biográfica de Miranda, comentada y documentada.

Cabe agregar que las “edecanas” Henríquez y Basterra asesoraron a la Embajada de Venezuela en Turquía en la selección del boceto más acorde con la fisonomía del Precursor , a la hora de colocar un busto suyo en el “Parque General Francisco de Miranda” en Ankara(2006).

Ya con la segunda edición del libro de Gloria Henríquez en circulación, será Bélgica el  nuevo país que se sume a este rosario geográfico cuando en 2012 la Fundación Hoet  ( Ing° León Jerome Hoet) edita la obra Francisco de Miranda en Bélgica y el País de Lieja, bien elaborada, en 294 pp. A Gloria Henríquez y Miren Basterra  la Fundación Hoet les reconoce su contribución en la “incursión histórica y acuciosa compaginación”. El libro fue presentado en la Embajada de Bélgica en Caracas a finales de 2012.

                                                         ***
Es imposible llegar a los seres humanos fuera de este mundo real para preguntarles si allá donde están siguen retroalimentándose  de su paso terrenal, por vía del espíritu. Si así fuere el caso, el Generalísimo Don Sebastián Francisco de Miranda  no vacilaría en nombrar  a esta legión de hombres y mujeres: venezolanos, hispanoamericanos y gente de las demás latitudes que se han ocupado de su vida , obra y palabra escrita. Sin duda serán demasiados ellos  hasta perder la cuenta en tantos  vericuetos que guarda  la memoria. Y si Miranda llegare a olvidar algunos – pocos serán  éstos ante su memoria prodigiosa e inmenso archivo – no olvidará  a Gloria J. Henríquez Uzcátegui, venezolana de la montaña andina refugiada en dos mundos a la vez  : el de la bahía azul al pie de  la montaña vasca  de Donostia / San Sebastián y  el de la inmensidad de lo que  ella leyó, asimiló, contó y escribió sobre él. A buen seguro  él la confirmará en el cargo de “edecana”.  


Caracas, 7 de julio de 2014                        Kaldone G. Nweihed


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