Bolívar fuerte y premiado

Tomado de la BBC

Carlos Chirinos BBC Mundo, Caracas
Los próceres de la patria están acompañados por animales o plantas endémicas venezolanas.
Eran "raros", verticales y de colores no tradicionales, lo que resultó incómodo para algunos, pero fueron justamente esas "originalidades" de los nuevos Bolívares Fuertes venezolanos las que premió la International Association of Currency Affairs, IACA
Todos los venezolanos llevan en sus manos algun billete premiado. No de lotería sino uno nuevos billetes que empezaron a circular a principios del año, cuando se le quitaron tres ceros al tradicional Bolívar y se le añadió el apellido "Fuerte".
Esos nuevos billetes obtuvieron esta semana el premio al Mejor Diseño, otorgado por la International Association of Currency Affairs, durante su conferencia bianual realizada en Praga, República Checa
El segundo lo recibieron los billetes de Papua-Nueva Guinea y el tercero los de Rusia.
La IACA se define como una organización sin fines de lucro basada en EE.UU. e integrada por representantes de bancos centrales, y empresas vinculadas a la industria de la moneda, desde fabricantes hasta especialistas en seguridad, tanto en sector público como privado.
"Qué bichos raros"
Cuando en enero empezaron a circular los nuevos billetes de Bolívares Fuertes (BsF) a muchas personas les sorprendió el diseño vertical, los colores intensos y poco comunes,
También resultó extraño a algunos que los próceres de la patria estuvieran acompañados no por los tradicionales monumentos públicos o batallas de la gesta emancipadora, sino por animales o plantas endémicas venezolanas, algunas en peligro de extinción.
Sorprendió el diseño vertical en el anverso de los billetes.
Claro está que, como todo en Venezuela, el asunto se polarizó en torno al presidente Hugo Chávez. Quizá tuvo que ver el que un año antes había sido él quien expresara la idea de quitarle los ceros a la moneda.
Por ejemplo, el que al general José Antonio Páez no se le mantuviera en un billete era visto como una "cosa de Chávez".
Al fin y al cabo, Páez fue el primer presidente de la Venezuela separada de la Gran Colombia bolivariana y el mandatario lo considera un "traidor" al Libertador, como ha dicho públicamente en varias oportunidades.
O que el primer presidente civil del país, el Dr. José María Vargas, también fuera excluido sugería a otros el supuesto talante militarista que le achacan al gobierno.
Justicia y ecología
Sin embargo, con la nueva familia de billetes también podría decirse que se hizo "justicia de género" al incluir a por primera vez a una mujer, Luisa Cáceres de Arismendi, una heroína de las luchas libertadoras en el oriente del país.
Y hasta se hizo justicia racial, al consagrase un billete a la memoria de Pedro Camejo, o "Negro Primero", como era conocido por encabezar las cargas al momento de la batalla. Por cierto que Camejo era lugarteniente de Páez.
Además hay una preocupación ecológica plasmada en el diseño de los BsF, porque como dice la nota de prensa del ministerio de Comunicación en ellos hace "un llamado a la conservación de los hermosos y variados paisajes naturales del país y a la preservación de la fauna en peligro de extinción".
Los cuadros decimonónicos de batallas independentistas o los edificios públicos o históricos fueron reemplazados por esos "otros venezolanos" que son las especies animales locales.
Eso podría ser de gran ayuda educativa porque la mayoría de los venezolanos no ha visto un Oso Frontino o Andino, un Águila Arpía o un Chigüire -un roedor gigante- sino en los reversos de estos nuevos billetes premiados.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7675000/7675214.stm

Caballos y burros en la vida de Páez

Tomado de la nuevaprensa.com.ve del 03 de octubre
Escrito por David Meignen Medina (*)
viernes, 03 de octubre de 2008
La preeminencia del General José Antonio Páez desde su época de alumno magnacumlaude de Manuelote, hasta su destierro, se debe desde luego, a su inteligencia, a su intrepidez y civilidad, mas sin embargo, su suerte estuvo signada por caballos y burros que le dieron triunfo y meditaciones. Es plausible suponer que estos cuadrúpedos no fueran tan legendarios como el Babieca del CID, el Buéfalo de Alejandro Magno o el Pegaso que montó Belerefonte para combatir a la “Quimera”; sin embargo, le marcaron su vida tan apasionante para la historia.
En la oportunidad que le es aceptada la renuncia de la Presidencia al Dr. José María Vargas, el Coronel José Francisco Farfán toma las armas en los llanos y con propósitos diferentes a los que integraron la llamada Revolución de las Reformas, y en una de las refriegas con Páez, una bala sin dueño destroza las riendas del caballo del Coronel, y el corcel, sin mando ni coerción, lo toman las tropas como baqueano en la creencia de que se ordenaba una retirada, y, ese hecho casual le permitió a Páez el triunfo que ya tenía perdido debido a lo menguado de sus tropas ante el tumulto de los soldados de Farfán: numerosas, y se le otorga el calificativo de: “León de Payara”. Como se ve, caballo distinto al que había jineteado en el hato de Pulido al mando de Manuelote, y diferente al Rocinante de Quijote.
No obstante, sus hazañas no siguieron siempre el curso de la buena suerte. El 15 de agosto de 1849 se rinde en Macapo. Encadenado, sobre el lomo de un burro lo pasea el General Zamora por las calles del pueblo, recibiendo en consecuencia el mote de: El rey de los araguatos”.
No jineteó entonces el General Páez el rucio de Sancho Panza. Jineteó, por el contrario, caballos cerreros que domaban al sol y se tragaban al horizonte y burros mostrenco diferente al pollino que presenció el parto de María y que llevó triunfante a Jesús a Jerusalén. Lejos estaba el General Páez de ser amigo del tierno burrito de: “Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez, hecho de lana y de algodón, peludo y suave, combinado con acero, plata y luna, masticando uvas y moscateles y caminando sombras. Pero no olvidemos que Páez fue como Aquiles e igual que Ulises.
La décima obligada para todos los tiempos, tomada de mi poemario titulado “Las alburas del parnaso”, y titulada: Con hambre en la capotera”.
I Venga el arreé lastimero / que yo a la muerte no escurro. / Que la enjalma sobre el burro / le de montura al potrero. / Que en la sabana hay un pero / de invierno mas primavera / de camasa con postrera / de cincha con porsiacaso / en las nubes del acaso / con hambre en la capotera /.
(*) Abogado y columnista