General en jefe José Antonio Páez: un héroe que pretenden sumirlo en el olvido
El General José Antonio Páez en Acarigua-Araure
06 de Mayo de 2010
A 137 años de su muerte
Hoy, 6 de mayo, se cumplen 137 años de la muerte del general en jefe José Antonio Páez; uno de los protagonistas más importantes de nuestra historia patria. Su participación en la guerra por la independencia de Venezuela es, sin más, trascendental, pues cada uno de sus actos tuvieron consecuencias en el devenir histórico de la nación. De él sabemos lo que todo venezolano debe saber: Que entre muchas otras cosas es el fundador de la República y el Estado venezolano, que peleó prácticamente en todas las batallas que sea realizaron en el país para librarnos del yugo español, que fue el héroe indiscutible de Carabobo (la batalla que nos dio la independencia), que fue el creador del decreto de la libertad de culto, que fue recibido con honores en diferentes países de Europa y Latinoamérica, que fue un gran guerrero a quien le debemos nuestra identidad, que trabajó incansablemente durante años por restaurar el gobierno y la paz en Venezuela, que fue capaz de llevar al país al progreso anhelado y que contrario a lo que los desconocedores de la historia dicen, murió en la más cruel de las pobrezas en Nueva York y fue enterrado en un cementerio popular.
De su lealtad, amor y compromiso con Venezuela dejó muchos ejemplos; vivió coherente con sus principios y fue una persona honesta. Como suele suceder con los grandes hombres, su vida es parte de la historia del país; difícilmente podemos conocer su biografía sin mirar a la Venezuelamoderna: leer a Páez es leer uno de los capítulos fundacionales del país como nación independiente. Y un largo etcétera.
José Antonio Páez es un prócer, quizá el prócer por excelencia. Digno de galardón, guardián de la patria y de las ideas de libertad más elementales. Como los héroes, se asemeja en las virtudes, la entrega al prójimo y a los ideales. A Páez la historia de bronce le ha hecho justicia y a pesar de que algunos quieren sumirlo en el olvido e ignorar su obra y ejecuciones, por todo el país su nombre y su efigie se erigen a muy alto nivel: hemiciclo, bustos, esculturas, escuelas, bibliotecas, plazas, calles, universidades. Su nombre se relaciona con aquello que construye, que educa y dignifica. La memoria colectiva lo guarda con la misma solemnidad del orden y la disciplina que representa.
Aún cuando algunos lo tildan de traidor, la verdadera historia dice todo lo contrario pues la separación de Venezuela de la Gran Colombia era un hecho del que el propio Libertador hablaba ya antes de la “Cosiata”. Páez fue –para mí- el verdadero héroe de Venezuela.
Los héroes también se equivocan y así como a Bolívar no le tembló la voz cuando mandó a fusilar a Piar, Páez tampoco dudó cuando por su amor a Venezuela tuvo que oponerse al mandato del Libertador y convertirse en el Presidente de Venezuela en el movimiento que se organizó en Valencia. Ni los hechos de la Cosiata, ni los errores que pudo cometer en sus varias presidencias de la República, lo pueden apartar de nuestra Historia Patria. El general José Antonio Páez, es un ejemplo para la juventud y sus glorias no pueden ser opacadas por nadie. Por eso resulta inconcebible que pretendan desaparecer de la historia a José Antonio Páez mintiendo y desconociendo su gran obra cuando hasta el apóstol cubano José Martí en una semblanza que hizo de José Antonio Páez, rindió un merecido homenaje a este héroe de la independencia venezolana, al Centauro de los Llanos, al hombre que con su lanza liberó a Venezuela del dominio español y estuvo dispuesto a luchar por la independencia de Cuba.
La admiración de Martí hacia el valor indudable del llanero se revela en el hecho de que en su oficina existía un retrato de Páez. En el periódico Patria se encuentra una descripción que de su despacho realizara el propio Martí: “Presidiéndolo está, sobre la cornisa del bufete, un retrato de Páez a medio pintar, de Páez de las Queseras y de Carabobo, con el dolmán amarillo, y dos alacranes por bigote, y la nariz oliendo guerra, y los ojos muy anchos y apartados, y el pelo hosco y rizoso”.El reconocimiento de este héroe americano por nuestro apóstol queda perfectamente delineado en las palabras conclusivas de su artículo para el diario neoyorquino El Porvenir: "¡pero jamás fuiste cruel, ni derramaste para tu provecho la sangre de los tuyos, ni deprimiste, para mantener un falso engrandecimiento, el carácter de tus conciudadanos! ¡Dondequiera que estés, duerme! ¡Mientras haya americanos, tendrás templos; mientras haya cubanos, tendrás hijos!"
De manera que no me queda más que pedirles a quienes por seguir a un gobernante ensucian con sus palabras la obra de José Antonio Páez, que respeten la memoria de los ilustres héroes civiles y militares, que bastante lucharon y expusieron sus vidas para darnos libertad y Patria, nuestros escolares deben conocer la verdadera Historia de esta Venezuela que es tuya, mía y nuestra. Ya basta de manipulación. La Patria es primero.
Hoy, 6 de mayo, se cumplen 137 años de la muerte del general en jefe José Antonio Páez; uno de los protagonistas más importantes de nuestra historia patria. Su participación en la guerra por la independencia de Venezuela es, sin más, trascendental, pues cada uno de sus actos tuvieron consecuencias en el devenir histórico de la nación. De él sabemos lo que todo venezolano debe saber: Que entre muchas otras cosas es el fundador de la República y el Estado venezolano, que peleó prácticamente en todas las batallas que sea realizaron en el país para librarnos del yugo español, que fue el héroe indiscutible de Carabobo (la batalla que nos dio la independencia), que fue el creador del decreto de la libertad de culto, que fue recibido con honores en diferentes países de Europa y Latinoamérica, que fue un gran guerrero a quien le debemos nuestra identidad, que trabajó incansablemente durante años por restaurar el gobierno y la paz en Venezuela, que fue capaz de llevar al país al progreso anhelado y que contrario a lo que los desconocedores de la historia dicen, murió en la más cruel de las pobrezas en Nueva York y fue enterrado en un cementerio popular.
De su lealtad, amor y compromiso con Venezuela dejó muchos ejemplos; vivió coherente con sus principios y fue una persona honesta. Como suele suceder con los grandes hombres, su vida es parte de la historia del país; difícilmente podemos conocer su biografía sin mirar a la Venezuelamoderna: leer a Páez es leer uno de los capítulos fundacionales del país como nación independiente. Y un largo etcétera.
José Antonio Páez es un prócer, quizá el prócer por excelencia. Digno de galardón, guardián de la patria y de las ideas de libertad más elementales. Como los héroes, se asemeja en las virtudes, la entrega al prójimo y a los ideales. A Páez la historia de bronce le ha hecho justicia y a pesar de que algunos quieren sumirlo en el olvido e ignorar su obra y ejecuciones, por todo el país su nombre y su efigie se erigen a muy alto nivel: hemiciclo, bustos, esculturas, escuelas, bibliotecas, plazas, calles, universidades. Su nombre se relaciona con aquello que construye, que educa y dignifica. La memoria colectiva lo guarda con la misma solemnidad del orden y la disciplina que representa.
Aún cuando algunos lo tildan de traidor, la verdadera historia dice todo lo contrario pues la separación de Venezuela de la Gran Colombia era un hecho del que el propio Libertador hablaba ya antes de la “Cosiata”. Páez fue –para mí- el verdadero héroe de Venezuela.
Los héroes también se equivocan y así como a Bolívar no le tembló la voz cuando mandó a fusilar a Piar, Páez tampoco dudó cuando por su amor a Venezuela tuvo que oponerse al mandato del Libertador y convertirse en el Presidente de Venezuela en el movimiento que se organizó en Valencia. Ni los hechos de la Cosiata, ni los errores que pudo cometer en sus varias presidencias de la República, lo pueden apartar de nuestra Historia Patria. El general José Antonio Páez, es un ejemplo para la juventud y sus glorias no pueden ser opacadas por nadie. Por eso resulta inconcebible que pretendan desaparecer de la historia a José Antonio Páez mintiendo y desconociendo su gran obra cuando hasta el apóstol cubano José Martí en una semblanza que hizo de José Antonio Páez, rindió un merecido homenaje a este héroe de la independencia venezolana, al Centauro de los Llanos, al hombre que con su lanza liberó a Venezuela del dominio español y estuvo dispuesto a luchar por la independencia de Cuba.
La admiración de Martí hacia el valor indudable del llanero se revela en el hecho de que en su oficina existía un retrato de Páez. En el periódico Patria se encuentra una descripción que de su despacho realizara el propio Martí: “Presidiéndolo está, sobre la cornisa del bufete, un retrato de Páez a medio pintar, de Páez de las Queseras y de Carabobo, con el dolmán amarillo, y dos alacranes por bigote, y la nariz oliendo guerra, y los ojos muy anchos y apartados, y el pelo hosco y rizoso”.El reconocimiento de este héroe americano por nuestro apóstol queda perfectamente delineado en las palabras conclusivas de su artículo para el diario neoyorquino El Porvenir: "¡pero jamás fuiste cruel, ni derramaste para tu provecho la sangre de los tuyos, ni deprimiste, para mantener un falso engrandecimiento, el carácter de tus conciudadanos! ¡Dondequiera que estés, duerme! ¡Mientras haya americanos, tendrás templos; mientras haya cubanos, tendrás hijos!"
De manera que no me queda más que pedirles a quienes por seguir a un gobernante ensucian con sus palabras la obra de José Antonio Páez, que respeten la memoria de los ilustres héroes civiles y militares, que bastante lucharon y expusieron sus vidas para darnos libertad y Patria, nuestros escolares deben conocer la verdadera Historia de esta Venezuela que es tuya, mía y nuestra. Ya basta de manipulación. La Patria es primero.
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